Me desperté en un sueño incoherente
Con lágrimas de seda
El ruidoso silencio de la gente
Me ahogaba
Despertaba lo inerte
El aire me parecía algo asqueroso
Sus pasos me golpeaban la cabeza
Como martillos que dictan el paso
Recuerda sus dulces y cínicas palabras
Como si estuvieran escritas de sangre en la mente
Se conocía lo maravilloso
Pero sin pensarlo
Se torno en sobras muertas de algo inexistente
Vomita bastardo!
Culpa tu maldita voluntad,
Y ahora, arrástrate,
Arrástrate, asómate para verme sonreír,
Para burlarme de ti,
A ver si tu intelecto
Maldito aristocrata.
O.O
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